La importancia de la figura paterna

Siendo hoy el día del Padre, es una ocasión idónea para remarcar y enfatizar sobre la importancia de la figura paterna en la estructura familiar. 

El bagaje cultural, fruto de un sistema familiar consolidado durante los siglos ha abocado la función educativa y de crianza de los hijos sobre la madre, siendo la figura paterna la encargada de cubrir las necesidades materiales y más enfocadas a la protección y seguridad.

La sociedad ha cambiado de forma drástica en cuestión de poco tiempo, y esta visión se ha modificado. Ahora se valora en su justa medida (aunque aún falta tomar más conciencia) la importancia del padre en la educación y consolidación de identidad en los hijos. 

Las funciones que llevan a cabo los progenitores (como la nutrícia y la sociabilizante) pueden ser ejercidas por uno de los miembros o los dos, independientemente del género. Aún así la relación será mejor si habiendo los dos padres se pueden establecer las relaciones de forma repartida y normalizada. 

No olvidemos la importancia de las vivencias conyugales de las que seamos testigos, y la forma en cómo éstas determinarán nuestras pautas de conducta en la vida adulta. Asimismo, el vínculo que formemos con nuestros padres (y la forma en qué lo recibamos) será la vía más directa de donde aprenderemos a relacionarnos con los otros e incluso con nosotros mismos. 

Unos buenos refuerzos paternos (y maternos) permitirán aumentar la autoestima de los hijos y desarrollar una identidad sólida. A su vez, un entorno seguro donde haya suficiente nutrición -emocional y material - y funciones sociabilizantes - marcar límites y educar - potenciará la autonomía e independencia. 

Así pues, hoy es un día para felicitar aquellos padres que siempre tienen tiempo para reconocer y valorar a sus hijos; para participar en su educación y acompañarlos en este bellísimo proceso: crecer.

Muchas felicidades, papás.